Magdalena sacerdotisa de Isis y Hathor
Soy Magdalena, pertenezco a la orden sacerdotal del linaje de Melkisedek y de Pistis Sofía.
Fui instruida como sacerdotisa y guardiana de la energía Femenina Sagrada de la Fuente Original,
la que no tiene nombre y no puede ser nombrada.
La Diversidad Sagrada está incluida en la UNIDAD, pero la parte no contiene la información completa del Todo. Solo cuando regresemos al Todo recordaremos la UNIDAD COMPLETA, pero tenemos el anhelo en el alma instalado a través de ir recordando poco a poco nuestro origen, esta instalado en nuestro ADN, la chispa divina que nos agita y nos empuja para regresar al hogar.
Es una experiencia maravillosa experimentar la realidad material, nos corresponde sentir el Espíritu Divino en la densidad de nuestra Madre Tierra, llena de vida, diversidad y creatividad a través de los seis sentidos.
En nuestra orden sacerdotal, nos enseñaron, que éramos guardianas de un conocimiento antiguo que se perdía en el origen de los tiempos y en esos túneles atemporales, nos alejábamos de esta realidad física y sistema estelar.
Es una experiencia maravillosa experimentar la realidad material, nos corresponde sentir el Espíritu Divino en la densidad de nuestra Madre Tierra, llena de vida, diversidad y creatividad a través de los seis sentidos.
En nuestra orden sacerdotal, nos enseñaron, que éramos guardianas de un conocimiento antiguo que se perdía en el origen de los tiempos y en esos túneles atemporales, nos alejábamos de esta realidad física y sistema estelar.
Sólo custodiábamos una parte del inmenso saber que un alma humana puede contener, porque el resto estaba escondido en nuestro ADN y aún no podía ser activado, hasta que restableciéramos la perturbación de frecuencia cósmica en la que habíamos caído en este Planeta y pudiéramos desparasitar, restaurar, armonizar, activar nuestro campo energético y cósmico para poder activarlo.
En el Templo de ISIS con mis hermanas, aprendí como purificarme con el agua y alinearme para la conexión interior con la Madre Divina para poder acceder a la Fuente de Pura Luz, donde la información se carga para que nuestra vida y comprensión humana mejore y evolucione hacia la perfección de la Divinidad Interior, para ello necesitábamos, conectar los sentidos con la intuición y la palabra a través de la vibración del canto.
.
Esta información tenía que ser descargada al corazón femenino para poder ser nombrada desde la palabra creadora, ordenada, clarificada y así bajar de nuevo el Cielo a la Tierra, restaurar el recuerdo de lo perdido y olvidado que un día fue, recuperar nuestra memoria divina e infinita, recuperar nuestro espíritu conectado con la Fuente Original y volver a ser libres para crear en la frecuencia alineada con el pulso central de la Divinidad MisericorDIOSA.
En la Orden de Isis aprendí que la más importante misión para nosotras era ser guardianas de la vida
en todas sus manifestaciones, mineral, vegetal, animal, humana y energética. También se nos instruyó en magia ceremonial para sintonizarnos con los elementos, tierra, aire, fuego, agua y éter y proteger la Sagrada Ley de respetar el Libre Albedrío.
Teníamos que tener una relación directa práctica con los cinco reinos.
Desde la conciencia de La Gran Madre nos enseño sobre las plantas, los aceites y la curación, el poder de los cristales como fuentes para guardar información -energía y la manera de programarlos para tenerlos como aliados de vibración y vida, la agricultura conectada con los ciclos de los solsticios, éramos las sembradoras de vida y las recolectoras de sus frutos.
Teníamos que aprender a mantener nuestra vibración interior para que el exterior no nos desalineara, la fuerza de la inBOcacion y el poder de la palabra.
Restablecer la Santa luz en nuestro corazón y tener presente los atributos de la Madre Dadora de Vida, el Amor, la Armonía, la Alegría, la Bondad, La Belleza, la Compasión, el Cuidado, la Curación y la Creatividad.
Todo lo relacionado con la vida, la gestación, la maternidad, el cuidado y enseñanza de los niños desde el amor más primordial para trasmitir el respeto y legado a las descendientes.
La sutileza de los perfumes y los actos sagrados de devoción para compartir con nuestras hermanas y reforzar lazos personales en la cooperación colectiva que nos acercara con el origen de nuestra misión de proteger los códigos de información Luz, para que no se perdieran a través de los tiempos.
Sabíamos que era un conocimiento muy avanzado que aún no podía compartirse con todo el mundo, la humanidad aún no estaba preparada para entenderlo, pero llegaría el día en un futuro tal vez lejano que si lo estaría y mientras tanto lo protegeríamos de las fuerzas regresivas que invaden el Planeta desde la oscuridad, que han estado en este mundo también desde tiempos inmemoriales.
Esta historia es muy antigua y trata de miles de años atrás, donde guerras estelares en la galaxia crearon una perturbación cósmica en la expansión de la Unidad Armonizada, que tenía que recrearse a sí misma, pero no respetaron el libre albedrío y se generó un bucle temporal de regresión y abuso que trasgredió la Ley Divina.
Nos desalineamos de la vibración Divina, creando realidades paralelas de mundos y submundos que cayeron en el olvido de esa frecuencia, pero siempre hubo en todos los tiempos seres guardianes de esa vibración, para mantener el recuerdo de regreso a casa.
Mi segunda instrucción fue en los templos de Hathor y allí entré en un mundo distinto al de Isis, nuestra enseñanza fue impartida desde la Tierra hacia el cielo así como Isis nos instruía para bajar el Cielo a la Tierra, Las Hathor nos enseñaban a Subir la Tierra celeste al Cielo Terrestre.
La Escuela de Misterios era a través del arte y la creatividad, la danza, la música, la poesía, el canto, la geometría Sagrada, la intuición, la sexualidad, la conexión interior con el gozo y la alegría con lo Divino.
Con estas dos formaciones integré "Internamente oculto, externamente manifiesto" y los velos fueron desvelándose desde dentro, hasta entender que mi misión necesitaba de un complemento igual a mí en masculino.
Sabía que podía encontrarlo en esta vida o tal vez no, pero estaba preparada para ello.
Y mi misión formaba parte de restablecer la frecuencia de la pareja sagrada armonizada en misión del amor humano hacia el amor divino, como un ejemplo viviente, entregada al prójimo a través de la prioridad del bien común, por encima del bien personal.
No sabía dónde estaba, ni si lo encontraría, pero regresaba a la casa de mi padre en Magdala y le ayudaría a llevar su negocio, me integraría con mi gente, mi instrucción era secreta y ahora.
En el Templo de ISIS con mis hermanas, aprendí como purificarme con el agua y alinearme para la conexión interior con la Madre Divina para poder acceder a la Fuente de Pura Luz, donde la información se carga para que nuestra vida y comprensión humana mejore y evolucione hacia la perfección de la Divinidad Interior, para ello necesitábamos, conectar los sentidos con la intuición y la palabra a través de la vibración del canto.
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Esta información tenía que ser descargada al corazón femenino para poder ser nombrada desde la palabra creadora, ordenada, clarificada y así bajar de nuevo el Cielo a la Tierra, restaurar el recuerdo de lo perdido y olvidado que un día fue, recuperar nuestra memoria divina e infinita, recuperar nuestro espíritu conectado con la Fuente Original y volver a ser libres para crear en la frecuencia alineada con el pulso central de la Divinidad MisericorDIOSA.
En la Orden de Isis aprendí que la más importante misión para nosotras era ser guardianas de la vida
en todas sus manifestaciones, mineral, vegetal, animal, humana y energética. También se nos instruyó en magia ceremonial para sintonizarnos con los elementos, tierra, aire, fuego, agua y éter y proteger la Sagrada Ley de respetar el Libre Albedrío.
Teníamos que tener una relación directa práctica con los cinco reinos.
Desde la conciencia de La Gran Madre nos enseño sobre las plantas, los aceites y la curación, el poder de los cristales como fuentes para guardar información -energía y la manera de programarlos para tenerlos como aliados de vibración y vida, la agricultura conectada con los ciclos de los solsticios, éramos las sembradoras de vida y las recolectoras de sus frutos.
Teníamos que aprender a mantener nuestra vibración interior para que el exterior no nos desalineara, la fuerza de la inBOcacion y el poder de la palabra.
Restablecer la Santa luz en nuestro corazón y tener presente los atributos de la Madre Dadora de Vida, el Amor, la Armonía, la Alegría, la Bondad, La Belleza, la Compasión, el Cuidado, la Curación y la Creatividad.
Todo lo relacionado con la vida, la gestación, la maternidad, el cuidado y enseñanza de los niños desde el amor más primordial para trasmitir el respeto y legado a las descendientes.
La sutileza de los perfumes y los actos sagrados de devoción para compartir con nuestras hermanas y reforzar lazos personales en la cooperación colectiva que nos acercara con el origen de nuestra misión de proteger los códigos de información Luz, para que no se perdieran a través de los tiempos.
Sabíamos que era un conocimiento muy avanzado que aún no podía compartirse con todo el mundo, la humanidad aún no estaba preparada para entenderlo, pero llegaría el día en un futuro tal vez lejano que si lo estaría y mientras tanto lo protegeríamos de las fuerzas regresivas que invaden el Planeta desde la oscuridad, que han estado en este mundo también desde tiempos inmemoriales.
Esta historia es muy antigua y trata de miles de años atrás, donde guerras estelares en la galaxia crearon una perturbación cósmica en la expansión de la Unidad Armonizada, que tenía que recrearse a sí misma, pero no respetaron el libre albedrío y se generó un bucle temporal de regresión y abuso que trasgredió la Ley Divina.
Nos desalineamos de la vibración Divina, creando realidades paralelas de mundos y submundos que cayeron en el olvido de esa frecuencia, pero siempre hubo en todos los tiempos seres guardianes de esa vibración, para mantener el recuerdo de regreso a casa.
Mi segunda instrucción fue en los templos de Hathor y allí entré en un mundo distinto al de Isis, nuestra enseñanza fue impartida desde la Tierra hacia el cielo así como Isis nos instruía para bajar el Cielo a la Tierra, Las Hathor nos enseñaban a Subir la Tierra celeste al Cielo Terrestre.
La Escuela de Misterios era a través del arte y la creatividad, la danza, la música, la poesía, el canto, la geometría Sagrada, la intuición, la sexualidad, la conexión interior con el gozo y la alegría con lo Divino.
Con estas dos formaciones integré "Internamente oculto, externamente manifiesto" y los velos fueron desvelándose desde dentro, hasta entender que mi misión necesitaba de un complemento igual a mí en masculino.
Sabía que podía encontrarlo en esta vida o tal vez no, pero estaba preparada para ello.
Y mi misión formaba parte de restablecer la frecuencia de la pareja sagrada armonizada en misión del amor humano hacia el amor divino, como un ejemplo viviente, entregada al prójimo a través de la prioridad del bien común, por encima del bien personal.
No sabía dónde estaba, ni si lo encontraría, pero regresaba a la casa de mi padre en Magdala y le ayudaría a llevar su negocio, me integraría con mi gente, mi instrucción era secreta y ahora.
Conexión intuitiva con la esencia de Magdalena.