Ilustración ©Silvana Girbés (Niidea Productions)
Últimamente me toca explicar a varios hombres, el ciclo menstrual de la mujer.
Con sus cuatro fases.
"Ovulación: los días previos y
posteriores al momento en el que la mujer ovula. Es el único momento en
el que la mujer es realmente fértil, en el que podría quedarse
embarazada. Por eso es una fase llena de energía y vitalidad, en la que
nos sentimos alegres, activas y perfectas.
Premenstruación: los días previos a la
menstruación y posteriores a la fase de la ovulación. Es una fase de
preparación a la menstruación en la que las sombras van saliendo poco a
poco a la luz, en la que nos liberamos, vemos las cosas desde una cierta
distancia y valoramos qué queremos eliminar o añadir a nuestras vidas.
Menstruación: los días en los que
menstruamos. Es la fase oscura por excelencia, la fase del silencio, de
la introspección, de la soledad. Queremos estar solas, el cuerpo nos lo
pide. Queremos estar tranquilas y la interacción con el exterior, con
los otros, incluso llega a molestarnos. Es la fase del victimismo, del
sentirse incomprendidas, del agotamiento.
Preovulación: los días posteriores a la
menstruación y anteriores a la fase de la ovulación. Es una fase de
transición entre la menstruación (oscuridad, invierno) y la ovulación
(luz, verano). Por eso, es la fase idónea para iniciar cosas que se
materializarán durante la siguiente fase (ovulación) y se corregirán
durante la fase de la premenstruación."
Libro -Luna Roja de Miranda Gray
Se quedan realmente confundidos y sorprendidos, igual que nos quedamos nosotras al descubrirlo, con la diferencia que como hemos sentido todas estas mutaciones durante toda la vida sin saber que eran y sintiéndonos mal y variables como el tiempo, al descubrir las fases y ver que todo encaja es una gran liberación.
A las amigas que se lo comento también quedan sorprendidas, ya que estamos tan hartas de ver los anuncios de compresas en las que no pasa nada y te puedes tirar en una piscina de agua fría y sentirte fenomenal con tu menstruación con olor a flores y colores de arcoiris.
Pero enseguida sonríen al ver que todas sus incomprensiones internas y desajustes físicos y emocionales encajan por fin en un patrón cíclico que nos guste o no es el que tenemos en este planeta bajo el influjo de la luna y las hormonas.
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